El chino mandarín es la tercera lengua más hablada del mundo por detrás del español e inglés. Esto junto con la potencia económica que supone el mercado chino, hacen que la lengua china sea muy atractiva para muchas familias dado que podría abrir en un futuro puertas en el mercado laboral para sus hijos.
Este idioma se puede comenzar a enseñar en edades muy tempranas desde los 3-4 años. En los primeros años de enseñanza, lo principal es familiarizar a los niños con los fonemas del idioma, tan diferentes de nuestra lengua que requieren de práctica y dedicación para su correcta pronunciación. Son por tanto años de centrar la atención en una enseñanza oral con gran protagonismo de la práctica dentro del aula y de la repetición incesante de sonidos y palabras. Los alumnos que quieran adentrarse profundamente en el idioma, podrán prepararse los exámenes oficiales que comienzan en la etapa escolar con los YCT (Youth Chinese Test).